Como bien sabemos, en los últimos meses los casos de suicidio en niños y adolescentes han aumentado notablemente. Durante este mes estuvimos abordando algunos aspectos básicos del suicidio, junto a los factores de riesgo y los principales mitos y realidades. Hoy, queremos compartir con ustedes algunos signos de alarma para detectar una posible conducta suicida y algunas pautas que podemos contemplar para prevenir esta situación.
Inicialmente Helpguide (s.f) reconoce que algunos signos de alarma son:
Cualquier conversación relacionada con el suicidio, la muerte o la posibilidad de lastimarse. Esto puede escucharse en frases como “ojalá no hubiera nacido” “lo mejor sería estar muerto” o también en escritos relacionados con la muerte.. Por otra parte, se encuentra la búsqueda de métodos para terminar con su vida tales como armas, píldoras, cuchillos, entre otros.
También podemos encontrar una falta de esperanza o pensamientos pesimistas sobre el futuro, sumado a una sensación de estar atrapado y de no encontrar salida a situaciones difíciles. De la misma forma, pueden predominar sentimientos de inutilidad, vergüenza y odio hacia sí mismo, a tal punto en el que llega a pensar que es una carga y que las personas estarían mejor sin él/ella.
Otro de los signos de alarma se evidencia cuando empiezan a regalar cosas muy valiosas, o cuando surge la necesidad de visitar a amigos y familiares de forma inusual y en estas ocasiones se despiden como si no fueran a verlos de nuevo.
Teniendo en cuenta estas señales, es necesario seguir una serie de recomendaciones para prevenir la conducta suicida. La organización mundial de la salud (OMS) (citado en minsalud, s.f) propone las siguientes:
Con el fin de profundizar en este último punto, helpguide (s.f) propone algunas maneras para iniciar una conversación cuyo tema a tratar sea referente al suicidio. Afirman que se puede empezar con frases como “últimamente me he sentido preocupado por ti” “me gustaría hablar contigo porque siento que algo ha cambiado en ti”.
La conversación podría continuar con preguntas como “¿Cuándo empezaste a sentirte así?” “¿Sucedió algo que ocasionará esos sentimientos en ti?” “¿Has pensado en buscar ayuda?” “¿Como podría ayudarte en este momento?”. Luego, frases como “No estás solo, estoy aquí para ayudarte. ”o“ Tal vez no puedo entender exactamente cómo te sientes, pero me preocupa y quiero ayudarte” pueden generar sentimientos de alivio en medio de la confusión y de los pensamientos que pueden estar abrumando a la persona.
Teniendo en cuenta la importancia de estas conversaciones y el impacto que pueden generar en una persona que está pensando en suicidarse, es fundamental tener en cuenta algunos aspectos para que la conversación sea provechosa en tanto que ayude a esta persona a sentirse mejor.
En primera instancia es importante ser uno mismo, es decir, permitir que la persona vea su preocupación y su deseo por ayudar. Muchas veces pensamos que existen las palabras correctas o apropiadas para este tipo de situaciones pero la verdad es que en ocasiones no sabemos que decir; es por esto que el lenguaje no verbal y nuestra conducta también forman parte de la conversación e influyen en lo que la persona afectada pueda sentir.
También es importante saber escuchar, darle espacio a la persona para que pueda expresar todos sus sentimientos y pensamientos respecto a diferentes situaciones, sin importar lo negativa que pueda ser la conversación. Es fundamental ser respetuoso, tranquilo y no juzgar a la persona por lo que pueda comentar, ya que debemos transmitirle a él /ella que hablar sobre sus sentimientos no está mal. Finalmente, podemos tranquilizar a la persona, asegurando que la ayuda está disponible y que su vida es importante para usted.
Algunas cosas que debemos procurar evitar en este tipo de diálogos son las discusiones o frases como “No ha pensado cómo afectaría el suicidio a su familia” o “Mire el lado positivo”, ya que en estos casos las personas se encuentran en medio de una angustia y desesperación tan fuertes que les es difícil vislumbrar las cosas buenas o positivas. Tampoco debemos prometer que vamos a mantener el secreto, ya que está en juego una vida y es muy probable que se deba acudir a un profesional de salud mental para mantener a la persona segura.
Para finalizar es importante tener en cuenta que aunque nuestro deseo por ayudar es valioso, no debemos atribuirnos la responsabilidad de los sentimientos negativos que tiene la persona, ni tampoco culparnos por lo que le sucede. Simplemente debemos hacer que el sienta que somos una figura de apoyo y mantenernos en la idea de que cualquier palabra es valiosa e importante para él /ella.
En fundación red consideramos que todos podemos ayudar a prevenir no solo este tipo de situaciones sino muchas otras que afectan contra la calidad de vida de los niños y adolescentes. Creemos que todos unidos podemos impactar y cambiar muchas vidas. Por esto los invitamos a informarse a través de nuestras publicaciones en nuestras redes sociales y nuestra página web.
Referencias:
Helpguide. (s.f). Prevención del suicidio. Recuperado de :https://www.helpguide.org/es/articulos/prevencion-del-suicidio/suicidio-prevencion-ayudar-a-una-persona-suicida.htm
Ministerio de salud y protección social. (2017). Cómo prevenir el suicidio. (11 de septiembre de 2017) Recuperado de: https://www.minsalud.gov.co/Paginas/Como-prevenir-el-suicidio.aspx
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